Neurodiversidad

Una buena forma de definir la neurodiversidad sería a través de las palabras de Thomas Armstrong en “Neurodiversity: Discovering the Extraordinary Gifts of Autism, ADHD, Dyslexia, and Other Brain Differences”, donde se trata la idea de que la diversidad en las características humanas es debida a variaciones normales en el campo neurológico, entendiendo que como cualquier otra condición tiene sus puntos débiles y puntos fuertes.

Desde esta perspectiva, podríamos ver que las personas con TDAH pueden aprovechar su hiperactividad para rendir mejor en sus trabajos, o cómo las personas con dislexia son capaces de desarrollar mucho más su creatividad o su pensamiento lateral. 

Es importante para poder profundizar en esto, hablar brevemente de los modelos previos de la diversidad. El Modelo Médico Clásico consideraba a estas personas como deficientes, buscando un diagnóstico médico y estableciendo un tratamiento para “curar”.  Es un modelo que cuenta con numerosas críticas, pero por desgracia sigue presente en algunos casos en nuestra sociedad. Al entrar en crisis, se dio paso al Modelo del Déficit. Este modelo sustituye la figura  del médico por la del psicólogo para que sea este quien diagnostique. Además se implementa la educación compensatoria que básicamente se enfoca como el intento de ayudar a los “ culturalmente desfavorecidos” o “retrasados” para que lleguen al modelo normativo. Lo que básicamente se resume en tratar de forzar a las personas a ser algo que no son, entendiendo de nuevo que unos son los buenos y sanos y ellos no.

Es a través del Modelo Diferencial, donde conocemos los principios de la concepción de neurodiversidad. En él, no se habla de déficits, sino de diferencias. Se rechaza el modelo de tratamiento, queriendo sustituirlo por el modelo de servicio. Además, se parte y se educa sobre las competencias, tratando de ajustar la persona y el medio para maximizar el potencial de cada persona.

Un aula neurodiversa contiene estudiantes con diferentes tipos de diversidad funcional, donde la atención educativa se personaliza, evitando  así la exclusión (que definiré en otro post). Puede incluir a alumnos diagnosticados con diversos trastornos cognitivos, del aprendizaje, emocionales, conductuales, trastornos físicos e incluso muchos otros que, a pesar de no tener un diagnóstico al uso, presentan sus específicas diferencias, con capacidad para modificar el grupo para enriquecerlo. 

Para que estas aulas puedan darse es necesario respaldo por entidades, estas pueden ser pequeñas conferencias y convenciones como organizaciones internacionales como la ONU, la UNESCO o UNICEF. Además es importante promulgar la aparición de leyes que no discriminen y garanticen la equidad de los estudiantes. Para esto es necesario publicitar los  derechos de la diversidad a través de publicidad, investigación, programas de intervención educativos o la misma educación formal.

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